Por alguna u otra razón no me había tocado charolar con bebidas en el restaurante de mi escuela, algo que según yo no era algo difícil hasta que el KARMA quiso ponerme una bromita de muy mal gusto ese día.
Recuerdo que me sentía demasiado seguro en cuanto al servicio se trataba ya que me sentía de lo más preparado, así que atendí a mi primer mesa que era de dos personas, y es más, para ser preciso era la mesa número tres.
Fui a tomar sus órdenes de bebidas ella pidió un Cosmopolitan y el pidió un tequila con sangrita y ahí fue donde todo salió mal.
Justo cuando les lleve su bebidas a ella se la serví perfecto, a el le serví primero el tequila y justo cuando le iba a poner su sangrita yo tenía inclinada de más la charola, el se hace rápido para atrás, yo intento levantar la charola y CAOS !!!
La sangrita se voltea en la charola pero le cae más de la mitad al señor en su camisa blanca, no sabía que hacer así que casi lloro con el señor en ese momento.
Por suerte era un señor muy amable y me dijo que no pasaba nada y que para eso estábamos ahí, para aprender.
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