Después de terminar la pieza anterior en la que por cierto habíamos hecho un erro garrafal, me quedé detrás del escenario esperando que mis demás amigos terminaran de bailar las piezas que les correspondían, así que me dedique a maldecir el momento en el que el KARMA se fijo en mi.
Pasaron dos piezas más después de mi último baile y era el momento en el que nos tocaba bailar a todos, teníamos que salir en un orden específico de estaturas haciendo unos pasos coordinados para formar tres ruedas de la más pequeña que se encontraba en el centro y que estaba integrada por mis amigas, después nosotros, y al final las niñas más pequeñas.
Todos bailamos lo mejor que pudimos y creo que eso fue lo que más alentó a la gente ya que en nuestro final alcanzamos a ver como la gente se levantaba de sus butacas y fue en ese momento en el que dije :
Puede que me haya equivocado pero se que lo hice lo mejor que pude y no me arrepiento ni un segundo de todo lo que tuve que pasar para llegar aquí.
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